Hay familias que llevan la adrenalina y la velocidad en sus venas; por lo general, el padre va transmitiendo su pasión por las pistas a la siguiente generación.
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En el marco del Día del Padre, te presentamos a los “responsables” de que sus apellidos sean respetados en el mundo del deporte motor.
MARIO ANDRETTI
Uno de los pilotos más exitosos a nivel mundial, ya sea en Fórmula 1, IndyCar o NASCAR, el nacido en Italia y nacionalizado estadounidense no sólo se ha mantenido en promover el deporte motor, sino también en mantener en alto su apellido con sus descendientes.
A pesar de que su hijo Michael tuvo relativo éxito, al ganar un título y 42 victorias en CART, además de haber sido coequipero de Ayrton Senna en 1993, su nieto Marco no ha podido relucir en las series de monoplazas; de hecho, sólo ha ganado dos veces en 10 años de profesional en la Fórmula Indy, siendo recordado por perder la Indy 500 en los últimos metros en 2006.
Mario, Michael y Mario Andretti representan un apellido simbólico en la IndyCar.
Por si fuera poco, Aldo, hermano de Mario, también tiene una dinastía en desarrollo al ser padre de John, ganador en competencias en CART y NASCAR, y abuelo de Jarett, actual participante en pistas de tierra en Estados Unidos.
WILSON FITTIPALDI
Notable comentarista brasileño de radio en los años 60, a pesar de que no financió la trayectoria de sus hijos Emerson y “Wilsinho”, fue parte importante en la difusión del deporte en Brasil, al grado de fundar la Confederación Brasileña de Deporte Motor.
El apodado “Barão” promovió, mas no financió, la trayectoria de sus hijos, además de narrar el primero de dos títulos del mundo de “Emmo”, en 1972; el resto es historia: 14 triunfos en Grandes Premios, dos victorias en las “500 Millas de Indianapolis” y campeón de IndyCar en 1989.
Wilson Fittipaldi Sr. (izq.) fue patriarca del deporte brasileño.
Tatiana, una de las tres hijas de Emerson, tuvo a dos nietos que prometen para el futuro: Pietro, actual corredor en la FIA F3 y monarca en las divisiones menores de NASCAR, y Enzo, quien está en el Ginetta Junior Series, certamen europeo de autos deportivos.
Por su parte, Wilson Jr. participó en 38 eventos puntuables de la F-1, además de dirigir la escudería Fittipaldi de 1974 a 1982; su hijo Christian corrió por tres años en el Gran Circo, pero tuvo mayor éxito en la Union Americana, al finalizar segundo en Indy en 1995 y coronarse en los sports cars de IMSA en 2014 y 2015.
Wilson Fittipaldi falleció en marzo de 2013, a los 92 años de edad.
JACK BRABHAM
El único hombre en ganar un Campeonato del Mundo con un auto propio, quien murió en mayo de 2014, tuvo tres herederos que han sido trotamundos en las disciplinas más importantes del mundo.
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Hablamos de Geoff, ganador de las “24 Horas de Le Mans” en 1993 y tetracampeón en IMSA; Geoff, quien venció en La Sarthe en 2009 además de coronarse en la extinta American Le Mans Series en dos oportunidades, y Gary, quien tuvo menos actividad y suerte.
Jack Brabham (izq.) con dos de sus hijos, Gary y David.
Geoff tiene un hijo, Matt, quien recientemente debutó en las “500 Millas de Indy”, en las que finalizó 22do, en tanto que David es padre de Sam, quien corrió en la Fórmula Ford Británica en 2013 y 2014.
LEE PETTY
En NASCAR, la familia más exitosa es la de los Petty de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Todo comenzó por Lee, quien a pesar de debutar después de 30 años, el primer vencedor de las “500 Millas de Daytona” en 1959.
El éxito se acentuó con Richard, “El Rey”, cuyas siete coronas y 200 victorias lo consolidaron como familiar el mejor piloto de la categoría, estadísticamente; su otro hijo, Maurice, fue partícipe en el crecimiento de Petty Enterprises, escuadra que sumó 270 triunfos y 10 títulos, incluyendo todos los de Richard, quien fue padre de Kyle, quien aunque arrancó en más de 800 eventos, sólo ganó en ocho ocasiones.
Lee Petty, el primer ganador de la Daytona 500.
La cuarta generación de los Petty tenía potencial para ser ícono de la NASCAR del nuevo milenio con Adam, quien debutó en la Cup Series tres días antes de la muerte de Lee, el 2 abril de 2000, pero un mes después sufrió un accidente mortal en New Hampshire.
Actualmente, además de sus labores en la pista y en televisión, Richard y Kyle manejan una fundación con fines de caridad en pro de los menores.
LOUIS UNSER
La famosa familia de Alburquerque, Nuevo México comenzó a forjar su legado gracias a Louis, nacido en Colorado, quien se adjudicó nueve victorias en el famoso Pikes Peak Hill Climb en los años 30 y 40.
A pesar de que sus hermanos Joe y Jerry Sr. se involucraron por poco tiempo en el automovilismo, los tres hijos de este último dejaron huella en Indianapolis: Jerry Jr. fue el primero en correr las 500 Millas, pero murió en 1959 tras un accidente.
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No obstante, Al Unser marcó historia al convertirse en el segundo hombre en ganar la prestigiosa prueba en cuatro ocasiones; el tercer descendiente, Bobby, lo hizo tres veces.
El éxito se transmitió a Al Unser Jr., campeón en 1992 y 1994, pero sus primos Johnny y Robby participaron de forma limitada. La dinastía intentó continuar en la década anterior con Al Unser III, pero nunca llegó a la IndyCar.
Izq-Der: Al Unser Jr., Bobby Unser y Al Unser Sr.
MÁS EJEMPLOS DE UN PADRE EXITOSO
Otras leyendas que generaron la “chispa” para que su apellido sobresaliera en el deporte son Ralph Lee Earnhardt, padre del legendario Dale Earnhardt Sr.; Parnelli Jones, ganador en Indy que tiene como pilotos a su hijo PJ y a sus dos nietos, Jagger y Jace; y Bobby Rahal, quien tiene en su equipo de IndyCar a su hijo Graham, contendiente al título en 2015.
Ni hablar de Keke Rosberg, Carlos Sainz y Jos Verstappen, cuyos respectivos hijos Nico, Carlos Jr. y Max no dejan de dar de qué hablar en la Fórmula 1.
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¿Conoces otra historia de padre e hijo en el Deporte Motor?
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