
Los autos transmiten la potencia al piso de tres maneras: a través del eje delantero, del trasero o de ambos. Cada una de estas configuraciones impacta tanto el diseño como el desempeño del vehículo y tienen sus ventajas y desventajas, por lo que es importante saber cómo se comporta cada una para identificar cuál es la que más nos conviene.
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LA TRACCIÓN MÁS COMÚN
Hoy en día el tipo de tracción más común es la delantera. El llevar la potencia al eje delantero le permite al coche tener un tren motriz más compacto ya que prácticamente todo está en un sólo lugar: el frente del auto.
Lo anterior quiere decir que el motor “jala” al auto, por lo que el comportamiento natural es el de subvirar o irse de frente si excedemos la velocidad de entrada a una curva.

El segmento de SUV es un ejemplo claro de modelos con tracción delantera, aunque dependiendo la marca, se utilizan también tracciones integrales, sobre todo en alta gama.
La gran mayoría de los coches utilizan este sistema gracias a su sencillez y facilidad de mantenimiento. La conducción también es más sencilla en términos generales ya que no tenemos que preocuparnos tanto por que el eje trasero pierda la trayectoria, permitiendo un control más predecible del auto.
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NO TODO ES BELLO
La mayor desventaja, aparte de la clara tendencia a subvirar, es que le estamos pidiendo a las llantas delanteras que hagan dos trabajos, mover el vehículo y darle dirección. Esto quiere decir que hay un límite de potencia con el que auto puede trabajar de manera óptima.
Actualmente los diferenciales electrónicos permiten aumentar esa potencia, pero sigue estando limitada a cerca de 300 caballos de fuerza, más que eso cuesta mucho trabajo que el auto vaya a donde le decimos al mismo tiempo que aplicamos potencia, por lo que los autos deportivos tienen que recurrir a otros medios.
TRACCIÓN TRASERA
La tracción trasera es la preferida por los coches de alto desempeño. El dividir las funciones de dirección entre los dos ejes le permite al auto poner más potencia en el piso a través del eje trasero mientras que las ruedas delanteras se encargan de la dirección.
Aunque el comportamiento natural de todos los autos es el de subvirar (a fin de cuentas vas hacia adelante), los autos con tracción trasera tienden a sobrevirar ya que es más fácil que el eje trasero pierda adherencia cuando abusamos del pedal del acelerador.
A pesar de esto es mucho más fácil controlar un automotor con mucha potencia si tiene tracción trasera ya que se puede deslizar a propósito para acomodar la nariz del automotor para salir de una curva. Sin embargo, hay potencia que se está perdiendo en ese proceso por lo que muchos prefieren la tercera opción.
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TRACCIÓN TOTAL
Hay muchas formas diferentes de tracción en las cuatro ruedas. Los más comunes en los autos familiares son sistemas eléctricos en los que la potencia se manda predominantemente a uno de los ejes (generalmente el delantero) y en el momento en el que se comienza a perder adherencia se envía la potencia al eje trasero.
En los deportivos es el caso contrario con el eje trasero siendo el predominante. Hay casos en los que la repartición es permanente en cierto porcentaje como 30/70 o 40/60 y cuando es necesario se reparte hacia las ruedas que más lo necesiten.

En las gamas deportivas sobre todo en el segmento de SUV son muy comunes los modelos con tracción total o integral.
El comportamiento general de los autos de tracción integral es el de subvirar en un principio, pero es mucho más fácil corregir la trayectoria debido a su repartición de potencia.
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LOS TODOTERRENO
Los vehículos todoterreno tienen otro sistema que les ayuda a repartir la potencia de manera individual entre cada rueda y son criaturas completamente diferentes. En el uso del día al día el sistema no ayuda mucho, pero si planeas salir al campo lo más recomendable es un automotor con reductora.

La reductora se denomina así porque disminuye el desarrollo final de la transmisión. La razón de este sistema es bajar la velocidad e incrementar el torque (capacidad de empuje), podremos ascender por una montaña de más de 45 grados de inclinación, enfrentar lodazales y diferentes tipos de terreno siempre de la mano de la técnica de conducción apropiada.
El sistema de tracción integral ayuda mucho en superficies resbalosas y se utiliza más como un sistema de seguridad que de desempeño, aunque muchos autos deportivos prefieren utilizar alguna variante de tracción integral que le ayude al auto a poner la mayor cantidad de potencia en el piso.
Al final dependerá mucho de cómo utilices tu auto y de qué tipo de auto sea. Para un vehículo urbano o familiar la tracción delantera es generalmente la mejor opción, si queremos algo más deportivo la tracción trasera te dará la experiencia de manejo más pura, y la tracción integral será la que mejor desempeño tenga.
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¿Tú coche qué tipo de tración tiene?
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