Mientras el Mundial de Resistencia de la FIA espera la aparición de más equipos privados para el futuro cercano, la serie IMSA de Estados Unidos se prepara con más fuerza para 2018.
Por un lado, ni el prestigio de las “24 Horas de Le Mans” evitó la salida de Audi Sport de la categoría de endurance europea, por lo que la presencia de solo dos fábricas generó dudas sobre el futuro de la clase LMP1, la cual en su momento tuvo participación en varias regiones alrededor del mundo. Su viabilidad se puso en duda cuando un vehículo P2 estuvo a poco más de una hora de ganar la prueba de resistencia de julio pasado.
A pesar de esta situación, múltiples actores buscan mejorar el panorama en los siguientes meses: BR Engineering, Dallara, SMP Racing de Rusia y ART Grand Prix han trabajado a lo largo de este año en un par de prototipos que solo encabezan la lista de organizaciones con miras en llegar a la serie.
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Ginetta, presumiblemente con Manor, también desarrolla un auto diseñado por Adrian Reynard y Paolo Catone, aunque su objetivo es tener a una importante cantidad de clientes. Además, la compañía británica Perrinn ya provee a un equipo europeo, con identidad desconocida hasta el momento, pero al que ya le vendió dos chassis. Incluso hay algunos proyectos emergiendo rumbo a 2018, sin detalles revelados.
El común denominador de estas propuestas es que, a diferencia de Porsche y Toyota, es que no utilizarán tecnología híbrida, mientras la FIA, los promotores del WEC y el Automobile Club de l’Ouest, que sanciona las 24 Horas, no cambiarán las reglas de dicha técnica sino hasta 2020, cuando sus participantes deberán dar más prioridad al uso de electricidad, en cuestiones como la salida de pits y el cruce de meta al final del recorrido.
Ginetta organiza múltiples campeonatos en GT’s Tourings y en las divisiones LMP3 de IMSA y European Le Mans.
Sin embargo, la reducción en los días de pruebas, en el número de horas en el túnel de viento (de 800 a 600) y el uso de un solo kit aerodinámico, así como la exhortación a hallar nuevas tecnologías y tipos de energía, podrían impedir en cierto grado el objetivo de reducir costos, en especial por lo fiable que pueda resultar su implementación.
En otro frente, el anticipado BMW será una de las novedades de la clase GTE Pro en 2018, uniéndose a la férrea competencia que el Ford GT, el Ferrari 488 GTE, el Aston Martin Vantage y el nuevo Porsche 911 RSR han protagonizado durante las últimas temporadas, independientemente de que la cantidad de inscritos ha disminuido.
Actualmente, BMW compite en IMSA con dos M6 GTLM.
IMSA Y SU CRECIMIENTO
Por otro lado, los autos deportivos estadounidenses continúan con su renovación anual, ahora con la llegada y regreso de cuantiosos inversionistas a la clase Daytona Prototype International (DPi), que se estrenó en 2017 en el serial IMSA.
Sin duda, el regreso de Roger Penske a la especialidad tras una década de ausencia vuelve a levantar el prestigio y calidad del SportsCar Championship, que en los últimos dos años recibió a una numerosa lista de marcas, en tanto que otras renovaron su arsenal.
El equipo de Roger Penske ha participado en ALMS, Can-Am y Trans-Am, en cuanto a autos deportivos se refiere.
El respetado “Capitán” presentó el proyecto en el que laborará con Acura, la filial estadounidense de Honda: se trata de dos modelos ARX-05, que se inscribirán desde las “24 Horas de Daytona” del próximo mes de enero. Su diseño de chassis tomará como base el ORECA 07 que actualmente domina el WEC LMP2 y que también participa en las competencias norteamericanas, con un motor V6, con 3.5 litros de capacidad y doble turbo.
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Penske tuvo dos prototipos Porsche en la extinta American Le Mans Series de 2005 a 2008; Acura, por su parte, actualmente tiene alcance en la división GTD de IMSA y en la Pirelli World Challenge. Sobre su alineación, se especula que Juan Pablo Montoya y Helio Castroneves sean los desarrolladores y titulares, pero hasta que no haya anuncio oficial, seguirán en calidad de rumores.
Los otros actores de suma importancia tienen que ver con Mazda, que ahora contará con Reinhold Joest, Ralf Jüttner y Joest Racing, que ha ganado en Le Mans en 16 ocasiones, tanto con Audi como con Porsche, unirá fuerzas con Mazda para el siguiente año, al preparar nuevas versiones del prototipo RT24-P, que en los últimos años ha adolecido de fiabilidad, sobre todo en su motor MZ-2.0T.
Su fase de pruebas iniciará en agosto; a cambio, la fábrica japonesa se ausentará para el resto del certamen en curso.
Mazda acumula 155 triunfos en el automovilismo de sports cars de Estados Unidos.
Esto consolida la transformación que ha tenido la disciplina de la Unión Americana desde la fusión entre la ALMS y la Grand-Am, que duró de 2012 a 2014, y en la que es testigo del compromiso de Cadillac con Dallara, Ligier con Nissan, Riley-Multimatic y Gibson en la división estelar, junto con Ford y Ganassi, Mercedes-Benz, Audi, Aston Martin, Lexus y Lamborghini en los Grand Touring.
El plan de IMSA también incluye la desaparición de los Prototype Challenge, cuyos ORECA FLM09 están en vías de descontinuación.
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Quizá el deporte motor está lejos de finalizar su temporada, pero con estos anuncios e intenciones publicitadas rumbo a 2018, la renovación cíclica en WEC e IMSA no deja más que expectativa y emoción entre participantes y aficionados.
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¿Qué otra(s) marca(s) te gustaría ver en ambos seriales?
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