
Las personas adquieren vehículos con el objetivo de evitar las incomodidades del transporte público. Si usted compra un automotor, espera que éste le brinde comodidad y seguridad en todo momento. Pero debe saber que estas necesidades serán satisfechas siempre y cuando el estado mecánico de su carro sea óptimo.
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Uno de los sistemas que más se afecta con el uso diario es la suspensión. Este componente es el encargado de reducir al mínimo la transferencia de golpes e irregularidades del suelo a la cabina del vehículo, generando el confort deseado. Además, es el responsable de darle estabilidad al carro, lo que lo convierte en un elemento que aporta a la seguridad.
Las personas deben considerar la posibilidad de que un mecánico revise este sistema con el fin de adquirir un automotor usado. Esta es la única manera de garantizar su inversión. En este sentido, uno de los aspectos que se debe tomar en cuenta es el tiempo de vida útil de este componente. Según Roberto López, especialista en suspensiones de Imfrisa, los amortiguadores originales de un auto duran cerca de 80.000 kilómetros, mientras que los de recambio solo 50.000.
Los daños más comunes se dan por baches en las vías o por un golpe inesperado con algún objeto contundente. Esto provoca la fuga de aceite por el daño en el sello de este mecanismo. El experto asegura que los amortiguadores deben ser cambiados tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
- El kilometraje del vehículo (el tiempo de vida útil del amortiguador)
- Fugas de aceite (transitar por carretas con baches acorta en un 50% la vida del amortiguador)
- Vibración del volante (producidos por golpes en la carrocería)
- Desgaste irregular de las ruedas.
En el caso de producirse una afectación a este sistema es recomendable ir, tan pronto sea posible, a un mecánico para que verifique el daño y lo solucione. Caso contrario se arriesga la seguridad de los pasajeros y se compromete el estado de otras piezas como los neumaticos, rotulas, bujes, caja de dirección, entre otros.
Tips para comprobar el estado de la suspensión
- Revise las ruedas y la presión de aire. Si ésta es muy alta (presión) ocasiona una marcha incómoda y ruidosa y si es baja compromete la maniobrabilidad y la estabilidad será deficiente en caso de que la suspensión tenga algún defecto.
- Analice el tipo de desgaste que presenta el neumático. El deterioro correcto debe ser parejo y sin sobresaltos. Un desgaste con zonas planas sobre la banda de rodadura indica que los amortiguadores están en mal estado.
- Si la suspensión es de resorte helicoidal haga la prueba de rebote. Esta consiste en mover cada esquina del vehículo y comprobar que la oscilación sea menor a 2 movimientos. Lo ideal es que se mueva solo una vez. Si la suspensión es de paquete, esta prueba no tiene validez.
Observe si hay pérdida de aceite en el amortiguador. Es normal una sombra de humedad alrededor del retenedor, pero no es normal que escurra o chorree aceite.
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