Gran Premio de Canadá, vuelta 68, McLaren acaricia sus primeros puntos de la temporada cuando de repente Fernando Alonso reporta por radio que rompió el motor y tiene que abandonar la prueba. Otra vez con las manos vacías. Otra vez la frustración.
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Parece que desde la partida del británico Lewis Hamilton de McLaren a Mercedes-Benz, comenzó para la casa de Woking una maldición que parece no tener fin. Todavía en 2013 con Jenson Button y el mexicano Sergio Pérez, la escudería británica tuvo arrestos para acabar en quinto lugar en el campeonato de constructores, algo para muchos indigno tomando en cuenta la prosapia del equipo que se hartó de ganar y sobresalir en años pasados.
Lewis Hamilton se fue a Mercedes a probar las mieles del triunfo.
Llegó 2014 y tanto Button como “Checo” hicieron lo que pudieron. Otra vez en quinto lugar en el campeonato de constructores y paulatinamente la gente vio cómo McLaren se iba diluyendo. Había que hacer algo. ¿Cambiar de motorista?, no sonaba mal y más si había historia detrás.
HONDA, A REVEDECER LAURELES
Para la temporada 2015 el mundo del deporte motor se cimbró. McLaren optó por Honda para que le suministrara los motores con los que encararía la campaña.
De inmediato se habló de una nueva etapa de gloria entre ambas compañías, quizás no tan apasionante como la que vivieron de la mano de Ayrton Senna y Alain Prost, pero al menos se esperaba que McLaren subiera a sus pilotos a los podios de esa temporada. Pero no.
McLaren es uno de los equipos que no han podido incrementar sus patroinadores.
La caída fue estrepitosa: noveno lugar en el campeonato de constructores y en Japón, en la casa de Honda, un Alonso lleno de frustración al ver que rivales en el papel más débiles lo pasaban casi sin problemas, explotó por el radio señalando que parecía manejar un monoplaza equipado con motor de la categoría GP2. Sí. Todo el planeta lo escuchó. El escándalo era total.
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Al final de la temporada 2015, comenzaron las promesas sobre un mejor rendimiento para la siguiente campaña. Era imperativo limpiar el nombre de McLaren al menos escalando posiciones en la clasificación.
En 2016 pasaron de noveno a sexto sitio; mejoras sustanciales, casi discretas tomando en cuenta que cerraron esa temporada con 76 unidades, mientras que Mercedes-Benz ganaba el campeonato con 765. Un auténtico abismo entre ambos.
Alonso ha visto pasar carreras sin poder sumar un sólo punto en el campeonato de F1..
2017, UN AÑO EN BLANCO
Al momento de redactar el presente, se han corrido siete Grandes Premios y en ellos nueve escuderías han sumado puntos, siendo Mercedes-Benz el líder (222) y el que menos unidades tiene Sauber (4). ¿McLaren?, cero.
Canadá significó la gota que derramó el vaso para una escudería que de a poco ha visto cómo su monoplaza se ha ido limpiando de patrocinadores. Desde Woking saben que los apasionados fanáticos de la escudería, esos que vieron como Prost y Senna barrieron con sus rivales entre 1988 y 1991 con cuatro títulos mundiales, tiene la mecha ya muy corta y hoy más que nunca exigen cambios, movimientos, resultados, lo que sea.
Los McLaren en sus épocas doradas con Senna y Prost al volante.
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VOLVER CON MERCEDES-BENZ?
Tras el Gran Premio canadiense surgió el rumor de que McLaren estaría dispuesto a desembolsar algo así como 75 millones de euros para dos cosas: mantener a Fernando Alonso en sus filas y la otra romper el contrato con Honda para una vez hecho esto, tocar la puerta de Mercedes-Benz para que la casa de las flechas plateadas vuelva a suministrarle motores.
McLaren podría tener un año, incluso, peor al que se vivió en 2015.
El asturiano termina contrato al finalizar la presente campaña y en Woking quieren renovarlo, pero primero tienen que armar un proyecto con el que puedan sacar a Alonso del fondo de las parrillas de salida y parece que Mercedes-Benz es la solución.
Este binomio obviamente dio sus frutos al final de la década de los 90 cuando el finlandés Mikka Häkkinen ganó dos campeonatos en una época donde el dominio del alemán Michael Schumacher apenas comenzaba.
Fernando Alonso quiere un auto competitivo pronto.
Nadie, ni McLaren ni mucho menos Mercedes-Benz, más preocupada, esta última por contener los embates de Ferrari esta temporada y hacer campeón nuevamente a Hamilton, han anunciado algo medianamente oficial, pero fuentes precisan que aprovechando el parón veraniego que comienza tan pronto caiga la bandera a cuadros del Gran Premio de Hungría el 30 de julio y termina el 25 de agosto con las pruebas libres del GP de Bélgica, McLaren anunciará que utilizará plantas de poder con sello Mercedes-Benz a partir de 2018.
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