
Es muy probable que todos hayamos estado cerca de un nacimiento en la familia, o en el círculo de amigos donde la especulación sobre cómo llamar al nuevo miembro de la familia y que invariablemente encierra toda una discusión. Algo así pasa también en la industria automotriz.
Más en Motorbit: Una pionera al volante: Alice Huyler
El problema viene cuando el nombre resultante no le gusta al padrino, o a la vecina o al primo que nunca está, pero que decidió aparecer en ese momento; siempre sucede y tira todo a tierra de tal forma que el recién nacido termina llamándose de la manera más insólita: Elpidio González, KIA Borrego, Homobono Huerta o Nissan Moco, por increíble que esto nos pueda parecer.
¿NOMBRES RAROS?
Y sí, cuando los especialistas en los departamentos de mercadotecnia se ponen creativos, suelen referirse a los Benjamines de sus respectivas armadoras con apelativos que distan mucho de ser adecuados o generosos para algunas regiones.
Así como los del sol naciente tuvieron nombraron a uno de sus subcompactos Moco (sin explicación necesaria) y encima pintarlo de verde, Mitsubishi tuvo en su momento el atrevimiento de nombrar a el antecesor del Montero, Pajero, sin la menor consideración hacia el auto por la connotación sexual que esto acarreaba en la península ibérica; o el equipo de Mazda que hizo lo propio a uno de sus subcompactos al llamarlo Laputa, con la consecuente reacción del público en general.
LOS COLORES
El problema no frena ahí: si de apelativos fantásticos se trata, los colores para los modelos de las diferentes armadoras se encuentran generalmente como producto a merced de cualquier mente pícara, obligándonos a pensar qué quiso decir el padrino cuando exclamó que el nuevo ahijado tendría la cubierta color azul glaciar, rojo pasión o amarillo tropical, porque el verde nilo, el azul Calipso o el true gold suenan extranjeros y no combinan con el apellido de la familia, además de que parecen extraídos directamente de la peor pesadilla de un pintor.
Más en Motorbit: Los accidentes de autos más comunes y cómo prevenirlos
Por otro lado, los nombres para las armadoras no se salvan de los extraños periplos de las mentes creativas: nombres propios y apellidos de sus fundadores como Mercedes-Benz, Ferrari, Ford, Porsche o Chevrolet; con alguna deformación como Toyota (Derivado de Toyoda, el apellido de su fundador); iniciales como SEAT, BMW y FIAT o nombrados por el apelativo anteriormente adquirido por sus holdings como Hyundai y KIA.
Tal vez se inventen como Mazda, Volkswagen o Audi, pero lo que sí es cierto, es que todos estos nombres trágicamente complementan la factura de nuestras unidades, como si de un acta de nacimiento se tratara.
Más en Motorbit: Un exclusivo BMW i8 Protonic Frozen Black Edition llega a México
Aunque algunos de estos modelos, colores o marcas armadoras no llegaron nunca a algunos países de habla hispana, las consecuencias de estos desprendimientos creativos en los nombres se quedaron para la posteridad como el caso del primo Nicasio, la tía Everarda y el siempre metiche vecino Olegario, que, dicho sea de paso, siempre porta un bronceado True gold.
CUÉNTANOS…
¿Qué nombres curiosos recuerdas en la industria automotriz?
¿Qué nombre le pondrías a un auto?
La entrada Los nombres más raros en la industria automotriz aparece primero en Motorbit.
