
La otra vez renacida firma holandesa Spyker se alía con un especialista escandinavo cuyo sólo nombre es ya sinónimo de bestialidad: Koenigsegg.
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DESDE EL CIELO Y HASTA LA TIERRA
Nacido en 1880, Spyker fue un antiguo fabricante que vio la luz en los Países Bajos. Dedicado a la manufactura de aeroplanos, no pasó demasiado tiempo para que se decidieran por la conquista de la tierra y se sumaran al boyante mercado del invento que definiría el transporte personal en el siglo por venir: el automóvil.

El logo de la hélice hace referencia a su pasado aeronáutico, como pasó con muchas otras firmas fundadas en ambos periodos de preguerra.
RENACIMIENTO, UNA NUEVA SPYKER
Sin embargo, Spyker fue una de las decenas de pequeños fabricantes cuasi-artesanales de autos que quebraron durante la Gran Depresión acaecida entre ambas guerras Mundiales. Y así hubiese permanecido, condenada al ostracismo histórico, si en 1999 un grupo de inversores encabezados por Maarten de Bruijn y Victor Muller no hubiesen decidido adquirir los derechos de la mítica marca para fundar una nueva compañía.

Los primeros productos en forma de Spyker fueron el C8 Spyder y el Laviolette, con su interesante techo de cristal.
PARAÍSO PERDIDO
Pese a un comienzo interesante, la pujante compañía se vio agobiada prontamente por sus propias crisis, fomentadas por un infructuoso paso por la Fórmula 1 y la malograda compra de Saab. Al intentar hacerse con apoyo de capital chino, General Motors, antigua propietaria de la firma sueca, se negó a seguir suministrando soporte tecnológico a los vehículos Saab bajo esas condiciones. Tras varios meses en que los responsables de Spyker aprovecharon cada recoveco legaloide habido y por haber para mantenerse a flote, finalmente declararon en quiebra a Saab en diciembre de 2011, mientras que Spyker entró en moratoria de pagos a finales de 2014.

El lema de la nueva Spyker, en latín “Nulla tenaci invia est vía”, significa “para el tenaz, ningún camino es infranqueable” y ha sido su mantra desde su creación.
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DURA LEX, SED LEX
Como si no fuese suficiente, una demanda de un acreedor mantuvo una larga pelea en los tribunales hasta mediados de 2015, cuando al fin resultaron victoriosos. “Me gustaría aprovechar esta oportunidad para agradecer a todos aquellos que nos han apoyado durante estos tiempos difíciles: nuestros empleados, nuestros acreedores (excepto uno), nuestros socios comerciales, nuestra Junta directiva y ante todo, a nuestros inversores que permanecieron con nosotros a pesar de las grandes dificultades que hemos tenido que superar. Sin su extraordinario compromiso Spyker definitivamente no estaría donde está hoy”, señaló el propio Muller en un comunicado que anunciaba un nuevo regreso para la firma.

No bien retomaron actividades, Spyker anunció una fusión con el fabricante de aviones eléctricos Volta Volare, asentado en Portland, Oregón, y anticipó un nuevo modelo.
PARA EL TENAZ, NINGÚN CAMINO ES INFRANQUEABLE
Spyker regresó con la promesa de vehículos eléctricos, pero mientras eso ocurría, lanzaron en 2016 un nuevo vehículo denominado C8 Preliator, que como el nombre indica, continuaba la saga de los C8. El deportivo montaba un motor V8 4.2 litros de origen Audi, ajustado para rendir 525 HP y 443 lb-pie de par, dosificados por una transmisión Getrag manual de seis velocidades, o una ZF automática con idéntico número de relaciones. El precio de lanzamiento era de 324,900 Euros para el manual y 330,990 para el automático, con sólo 50 unidades a ensamblar.

El Spyker C8 Preliator ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.7 segundos y una velocidad máxima de 322 km/h.
SPYKER C8 PRELIATOR SPYDER
Un año después, la marca presentó su segundo vehículo de esta nueva etapa: el C8 Preliator Spyder. Al sustituir Audi a marchas forzadas sus motores atmosféricos por inducción forzada, parecía dejar a Spyker en un predicamento, pero la marca encontró pronta solución de la mano de un especialista escandinavo: Koenigsegg.
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CORAZÓN SUECO
Aunque los motores turboalimentados de Koenigsegg son capaces de avergonzar a los propios Bugatti, el V8 5.0 litros desarrollado para los autos de Spyker será normalmente aspirado, tal como ha sido la tradición en la firma holandesa. La entrega será de 600 HP y 443 lb-pie de par.

El convertible, construido en aluminio, declara un peso de 1,390 kg, lo que le permite alcanzar los 100 km/h desde parado en 3.6 segundos, hasta una velocidad tope de 322 km/h.
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